Qué es el naming: el arte de poner nombre a las marcas
En el universo del branding, hay una disciplina que, a menudo, es desconocida para muchos, pero absolutamente crucial para cualquier proyecto de marca: el naming. Poner nombre a una empresa, producto o servicio no es simplemente un ejercicio creativo o de ingenio, sino un proceso estratégico que impacta directamente en su capacidad de ser recordado, diferenciarse y conectar emocionalmente con su público.
No podemos hablar de naming sin rendir homenaje a Fernando Beltrán, considerado el nombrador más importante de España y quien, además, acuñó el término que da nombre a esta profesión. Hemos tenido el placer de compartir con él charlas y reflexiones sobre este oficio apasionante.
¿Qué es el naming?
El naming es el proceso de creación de nombres para marcas, productos o servicios. Pero no se trata solo de buscar palabras bonitas, pegadizas o sonoras: es el primer elemento que define la identidad de una marca y su punto de partida comunicativo. Un buen nombre debe ser:
- Memorable y fácil de recordar.
- Distintivo y diferenciador en su mercado.
- Alineado con los valores y personalidad de la marca.
- Fácil de pronunciar y entender en los mercados objetivo.
- Legalmente registrable y con disponibilidad digital (dominios y redes sociales).
Por qué el naming es clave en la estrategia de marca
Un nombre es mucho más que una etiqueta. Es la primera piedra sobre la que construirán la identidad visual, el tono de comunicación y toda la experiencia de marca. Un buen naming aporta coherencia, reconocimiento y valor a lo largo del tiempo.
Cuando desarrollamos un proceso de naming en Pixelarte, lo hacemos siempre con una metodología rigurosa: investigación del mercado, análisis semántico, criterios lingüísticos, pruebas fonéticas, viabilidad legal y validación final.
Naming aplicado a proyectos reales
Un ejemplo claro es el proyecto de Fetén, una nueva marca de pizzas precocinadas para el sector de Gran Consumo. El reto era crear un nombre memorable, fresco y que rompiera con los tópicos del sector. "Fetén" es una palabra coloquial, positiva y con mucha personalidad que conecta perfectamente con su público, evocando algo que está muy bien hecho. A partir del nombre, construimos todo el universo visual y verbal de la marca.
Naming que evoluciona con la marca
Otro caso es el de Jenkins, una cadena de restaurantes especializados en comida americana. El naming debía reflejar calidad, autenticidad y un guiño cultural a su origen. Jenkins aporta cercanía, personalidad y esa esencia que permite diferenciarse dentro de un mercado altamente competitivo. Además del nombre, diseñamos toda la identidad visual y les proporcionamos un completo manual y plantillas para su comunicación diaria.
Naming para familias de producto: el caso Burbur y Burbur PRO
En el sector de los productos para mascotas, desarrollamos el proyecto de Burbur, un nombre fresco, simpático y muy sonoro, alineado con una marca dirigida al consumidor final. Tiempo después, y fruto del éxito de la marca, creamos una extensión para su línea profesional, orientada a groomers: Burbur PRO. El reto era construir una continuidad dentro del mismo universo verbal, pero aportando un matiz más técnico y profesional.
Naming + branding: el binomio perfecto
En definitiva, el naming es el primer paso para construir una marca con sentido, coherencia y futuro. En Pixelarte, siempre defendemos que el nombre no es un elemento aislado, sino parte integral de la estrategia de identidad visual y verbal. Por eso, cada nombre que desarrollamos nace acompañado de una identidad que lo refuerza y lo hace memorable.
