Diseño interior de las oficinas de Esmovia
Aplicación de la identidad corporativa de la empresa a sus aulas y oficinas
Esmovia es una empresa de servicios que se encarga de recibir a estudiantes y profesores extranjeros y de atender sus necesidades en cuanto a formación, alojamiento y adaptación a la ciudad de Valencia. La calidad del espacio que ofrece una empresa de estas características, por la cual pasan decenas de personas todos los días, es un buen barómetro de su salud como negocio: un espacio cuidado, acogedor, luminoso y con todos sus elementos en armonía suele ir de la mano de un proyecto próspero, mientras que lo contrario -un espacio descuidado, incómodo y oscuro, por ejemplo- no habla demasiado bien de la empresa que desarrolla su actividad en él.
Si bien el local en el que trabajaba Esmovia antes de contactar con nosotros -para un proyecto inicialmente de imagen corporativa que puedes ver aquí- no estaba descuidado, sí es cierto que se encontraba muy lejos de sus posibilidades. El espacio presentaba un desequilibrio estético y funcional evidente, debido a que había sido constituido por tres pisos independientes unidos entre sí. Ni los colores, ni las formas, ni las texturas presentes en ellos guardaban una relación coherente. El reto tenía una envergadura considerable; afortunadamente Angelo, el responsable de la empresa, decidió confiar plenamente en nosotros para dirigir la reforma del espacio al completo: desde el cableado a la iluminación, pasando por el mobiliario o la decoración. Todo iba a ser cosa nuestra.
Uno de los primeros pasos fue unificar el estilo de las paredes: para ello aplicamos la gráfica desarrollada previamente mediante pintura y vinilos. También decapamos columnas para dejar el ladrillo a la vista, eliminamos obstáculos que reducían el espacio disponible y desmontamos las puertas para que fuesen tratadas aparte antes de volver a ser ubicadas. El cableado de la instalación eléctrica fue reordenado de un modo más discreto, haciéndolo menos visible y evitando así que resultase molesto. De la misma manera, las aulas temáticas, bautizadas con el nombre de monumentos icónicos de la ciudad -el Micalet, las Torres de Serranos y las Torres de Quart-, se identificaron con su imagen correspondiente, y colocamos una serie de cuadros con ilustraciones desarrolladas, como todo, para la ocasión. La señalética, otro de los elementos que introdujimos en la reforma, se encargaría de aportar orden al espacio, facilitando la orientación en el mismo.
Sin duda, uno de los factores más importantes y a los que más tiempo dedicamos fue a la iluminación. Para conseguir el resultado que perseguíamos a estos efectos llevamos a cabo varios estudios hasta dar con el balance deseado entre luz artificial y luz natural. No fue hasta entonces que instalamos las lámparas que habíamos escogido. El cambio entre la iluminación previa y la final se aprecia con facilidad en las fotos. Con la nueva iluminación, el espacio se volvió mucho más agradable y funcional.
Respecto al mobiliario que vestiría la oficina de Esmovia, consideramos que lo mejor era aprovechar parte del que ya teníamos, e invertir solo en algunos muebles que echábamos en falta. El cambio obrado era de tal magnitud que incluso los muebles que se aprovecharon lucían como si fuesen nuevos. A decir verdad, la oficina al completo parecía haber abierto sus puertas en otro lugar.
Estamos muy orgullosos de este proyecto integral y nos gustaría expresar de nuevo nuestro agradecimiento a Esmovia por habernos permitido trabajar con tanta fluidez. Así da gusto.
¿Qué hicimos?
· Dirección creativa
· Ilustración
· Rotulación e intervención en espacios
· Producción e impresión
El reto tenía una envergadura considerable; afortunadamente Angelo, el responsable de la empresa, decidió confiar plenamente en nosotros para dirigir la reforma del espacio al completo: desde el cableado a la iluminación, pasando por el mobiliario o la decoración.
Uno de los factores más importantes y a los que más tiempo dedicamos fue a la iluminación. Para conseguir el resultado que perseguíamos a estos efectos llevamos a cabo varios estudios hasta dar con el balance deseado entre luz artificial y luz natural.
Respecto al mobiliario que vestiría la oficina, consideramos que lo mejor era aprovechar parte del que ya teníamos, e invertir solo en algunos muebles que echábamos en falta. El cambio obrado era de tal magnitud que incluso los muebles que se aprovecharon lucían como si fuesen nuevos.